Os contaré un secreto. Tengo miedo al olvido.
Será porque mi memoria es así, vacilante, duditativa...efímera. Tengo miedo a olvidar. Y a que me olviden. Sobre todo a esto último (¡siempre tan egocéntrica!). Y quizás se debe a que yo, sin querer, olvidé lugares, fechas y personas que un día creí nunca olvidaría. Personas y lugares que, sin duda, en unos momentos de mi vida fueron eso, mi vida. Y sin embargo hoy, cuando miro mis desorganizados cajones de fotos intentado recordar, los nombres se escapan hasta el fondo de mi memoria y los recuerdos aparecen lejanos y opacos en mis retinas. Sonrío nostálgica por aquello (y aquellos) que un día tuve a mi lado mientras sus sonrisas estáticas me mueven por dentro.
Y es que lo que antes parecía inseparable e imborrable, parece hoy lejano y borroso. Tan distante, que por momentos pienso que no fui yo, sino ella, la que estuvo allí, contigo.
Pero si de vez en cuando haces este ejercicio de memoria, lo olvidado se recuerda y te rellena el corazón.
ResponderEliminarhay momentos de la vida que por circunstancias de esta te unes a personas que parecen todo para ti y luego no es que las olvides simplemente haces otra vida y aparecen otras y otras y yo creo que todas tienen recuerdos en tu interior ,algunos vagos pero la vida es asi .cuando de verdad alguien lo quieres de verdad no se te olvida nunca un beso y espero estar en tu vida entre las ultimas
ResponderEliminar