28 de abril de 2011

El plátano: el fruto deseado

Cada día aprendo algo nuevo. Y eso me encanta. Sin ir más lejos, el otro día aprendí algo muy curioso sobre los plátanos y su relación con Berlín. ¿Suena raro? Pues sigue leyendo.

Hace un tiempo, escuché como un alemán se burlaba de otro diciéndole algo así como "¿Quieres que te dé un plátano?". Yo, que no entendí la broma ( y que a veces peco de mal pensada), me creé mi propia historia mental e imaginé que se trataba de alguna broma verde que tenían entre ellos y lo dejé pasar.

Pasaron un par de semanas y cuando llevaba a la niña de paseo, ésta (que es una golosa) gritó y señaló algo dibujado en la pared. Y ahí estaba. Un plátano dibujado en la pared. A unos 50 metros, volví  a ver otro. Y con el paso de los días fui viendo más en diferentes partes de la ciudad. Mi "yo curiosa" ya estaba con todos los sentidos en alerta. ¿Qué pasa en Berlín con los plátanos? Pero claro, todavía no había pruebas de que algo pasaba, así que decidí que no podía preguntar a un nativo todavía porque quizás era todo producto de mi (a veces grandísima) imaginación. Pero resultó que no.
La casualidad quiso que me fuese de paseo por la East Side Gallery (sobre la cual quiero hacer un post más adelante) y mirad lo que me encontré:



Mi curiosidad ya tenía una razón. Así que había llegado el momento de preguntar. Y pregunté.

La respuesta fue escueta pero concisa. Durante la división de Berlín mediante el muro, que os recuerdo separaba a la RDA* (República democrática de Alemania, este) de la RFA*(República federal de Alemania, oeste) , los alemanes de la parte este no podían comer plátanos. De ahí que en el dibujo de arriba vemos a los alemanes de la zona oeste, claramente caracterizados por las ropas elegantes, y con el detalle del colgante de la mujer (el símbolo de Mercedes), con un plátano en el tenedor mirando por encima del hombro hacia el otro lado del muro.

Ahora todo tenía más sentido, pero aún así me quedaban muchas dudas. Aunque sobre todo una ¿Por qué no podían comer plátanos?

Le tocó el turno entonces a internet (que todo lo sabe). Los plátanos, así como otras frutas tropicales como el melocotón, no son cultivables en Alemania, por lo que debían ser importados. Esto, hacía que el precio fuese desorbitado, y los alemanes de la zona este no pudiesen comprarlos. Sin embargo, en la zona oeste, el precio de estos era muy bajo (llegando incluso a ser inferior al precio de la manzana).
Resumiendo, lo que en una parte del muro era un alimento básico, en el otro lado era un alimento deseado de auténtico lujo. Segun he leído, era muy comun que cuando un alemán del oeste visitaba a alguno del este llevase alguna caja de plátanos consigo a modo de regalo ( vamos, lo que nos pasa hoy en día a los que estamos fuera de España con el jamón serrano...).
Tal era la obsesión con el plátano que el día de la caída del muro, todos los supermercados cercanos a éste, acabaron con sus existencias de plátanos y las estanterías donde estaban los plátanos quedaron totalmente vacías. Además, la estadística dice que el año siguiente a la caída del muro, se vendió más del doble de plátanos en la zona este que en la oeste.

Para ver la trascendencia de esto (casi es un trauma para los alemanes del este) todavía hay que mirar más allá. Tras la caída del muro en 1989, se publicó en una conocida revista satírica alemana, llamada TITANIC, una polémica portada. En ella se ve a una chica del este de 17 años con un pepino (comida típica en la zona este debido a su bajo precio) pelado a modo de plátano. La revista dice "Zonen- Gaby (17) feliz: Mi primer plátano"






Ahora ya sabéis porqué este chico le decía a su amigo, en tono de burla , si le daba un plátano. Es una forma muy "típica" de "menospreciar" a alguien del este, dándole a entender que no tiene ni para comprarse un plátano.


* RDA= DDR
*RFA= BRD

1 comentario:

Anisakis dijo...

Jo lo tuyo es un blog de investigación! que nivelazo!