21 de julio de 2011

Un trocito de cielo, un trocito de Berlín.

Días grises en Navarra que me recuerdan los días grises en Berlín. Esos días grises que, por el hecho de no ser fríos, eran buenos días.

Quizás hoy me he acordado de Berlín más que cualquier otro día. Quizás las nubes que cubren el cielo sobre mi terraza me han recordado aquel Berlín, nublado y gris, que he dejado atrás con mi futuro incierto. Y sin querer, me he puesto nostálgica recordando calles, parques y rincones donde me perdí una vez, y donde sin dudarlo me perdería de nuevo. Y sin querer, me he imaginado allí, sentada, con los brazos recogiendo mis piernas y mirando al frente. Disfrutando del día (nublado pero cálido) y sonriéndome, porque estoy allí, donde quiero estar.

Y ya queriendo, he buscado las fotos de ese rincón y de ese domingo resacoso. Porque quería compartirlo con vosotros. Porque si no habéis estado, os lo recomiendo. Y porque si ya habéis estado, quizás os guste recordar la vista, las risas y el cielo de Berlín.


Este rinconcito lo podéis encontrar en la terraza del Hotel Amano, donde podréis tomar una cervecita o un cocktail disfrutando de una vista, a mi gusto, maravillosa. Durante el invierno, como es de suponer, el bar está cerrado, pero si le echáis morro podéis entrar en el hotel, subir en el ascensor hasta el último piso y disfrutar de la vista (Kostenlos!)


Una canción nostálgica, para un día nostálgico.

1 comentario:

lobo dijo...

Saludos desde Dresden, también aquí esta gris y frío.