31 de agosto de 2011

Nuestro pequeño Road Trip

Os cuento. Hace quince días empecé en Barcelona lo que sería un pequeño Road Trip* (mi "pequeño" viajecito de verano). Empezar de Barcelona, para seguir por la costa francesa, Montecarlo, llegar hasta Suiza (mi deuda penditente), con un breve desplazamiento al sur de Alemania, y vuelta a casa pasando por Annecy (la Venecia francesa) y Carcassonne.
Quince días por delante con una única finalidad: Viajar.

A pesar de que Barcelona fue nuestro primer destino, y con vuestro permiso, empezaré por la costa francesa. Barcelona tiene mucha miga, la conozco más que las otras ciudades visitadas y me gustaría dedicarle, más adelante, un poco más de tiempo.
En la primera etapa de nuestro viaje, la costa francesa, visitamos Montpellier, Marsella, Cannes y Niza.
Porque no quiero taladrar con cada una de las ciudades (y porque no tengo tanto tiempo) no os escribiré sobre todas sino que hablaré de la que más me gustó: Montpellier.

Quizás, y para ser sinceros, es que no esperaba nada de Montpellier, pero me cautivó. Hasta el momento, de Montpellier sólo sabía que fue la ciudad destino de erasmus de un amigo mío. Y aún así, no me llamaba nada la atención. Sin embargo, una vez visitada, la ciudad me enganchó.
Su plaza de la Comedia, el Antigone, su arco del triunfo y ese pequeño parque que tuve la suerte de ver mientras el sol se escondía hacen de Montpellier una ciudad digna de ser visitada. El parque al atardecer deja sin palabras a más de uno (entre las que, por supuesto, me incluyo). Una imagen preciosa.


Además de su valor arquitectónico (de lo que, a decir verdad, yo no sé nada) puedo decir que la ciudad es muy cuca. Creo fundamental pasear por sus pequeñas calles, perderse en ellas, para que a la vuelta de la esquina te sorprendan con grandes y bonitos edificios (como la iglesia de St. Roch). Montpellier es una ciudad con vida, donde sus calles (como la calle St-Guilhem) toman fuerza conforme anochece y sus bares y terrazas se llenan de gente. Es, resumiendo, una ciudad especial con ese toque bohemio que tanto me gusta.



Montpellier, una ciudad que, sin duda, sorprende.



*Road trip: Viaje por carretera

2 comentarios:

Anónimo dijo...

jamás pensé que Patri fuese capaz de utilizar la palabra "cuca" en uno de sus relatos...

Anónimo dijo...

preciosas fotos, a mi tambien me cautivó esta ciudad¡¡
kat