Tardes de au-pair

Ser au-pair no está mal, pero serlo en Berlín tiene su punto. Cuando el tiempo lo permite, la ciudad te permite muchísimas opciones, por lo que las tardes en teoría tienen la posibilidad de ser muy interesantes. Y para prueba, un botón. (Siempre me ha gustado esta expresión).

El viernes pasado, que hacía solecito, despues de la guardería me lleve a "mi niño" al aeropuerto de Tegel. El coger el autobus, el metro, el tranvía es ya para Jonas toda una aventura, pero si a eso le sumamos la posibilidad de ver despegar y aterrizar aviones...¡imaginaos su ilusión!

Tras coger dos autobuses realmente llenos de gente (algo que tenía que haber previsto ya que era viernes a las 4 de la tarde...¡ups!)  llegamos al aeropuerto y buscamos la terraza que tiene exclusivamente para esa función. La entrada de dicha terraza son 2 euros para los adultos y 1 euro para los niños, aunque desafortunadamente cuando llegamos allá ya estaba cerrada (dichoso horario de invierno...). Pero eso no fue un gran problema ya que desde la salida a la terraza se veía exactamente lo mismo que desde la terraza.

Y allí hicimos nuestro mini pic-nic. Sacamos nuestras galletitas bretzels y nuestro zumo de manzana...y ¡a pasar la tarde!