19 de marzo de 2011

¡Ups! I did it again...

No es la primera vez que me pasa. Tenía que haber aprendido la lección...Y creí haberla aprendido, pero hoy me ha pasado de nuevo.
¿Que qué me ha pasado? ¡Los calcetines! Los malditos calcetines otra vez.


Que no lo pienso...Me despierto, y como tengo un ojo medio cerrado y el otro alegañao pues no pienso en los calcetines. ¡Eso en España no era necesario! Porque sí, aquí eso es muy importante...¡a la mínima te hacen descalzarte! ¿Que llegas a casa? Descálzate. ¿Que vas a casa de alguien a visitarla o solo de pasada? Descálzate. ¿Que vas a deporte con los niños o a cantar canciones en inglés? Lo dicho, descálzate.


Que lo veo higiénico, ordenado, limpio...pero es un rollo. Que tengo que invertir más tiempo en pensar qué calcetines me pongo que en la camiseta (total, no va a hacer tanto calor en ningún lado...). Atomataos, impares, desteñidos o incluso un poco desgastados están ya fuera de mi lista. Y de mi cajón. O eso pensaba.



Pero me había olvidado del factor leggins. Esos leggins ya desgastados, pero que tan agusto llevo. La sensación de quitarme las botas y decir "¡Oh, no!¿así estaban de viejos mis leggins?" Pues parece que sí. Y no me ha quedado otra que cantar, y bailar, (hoy en Englischmusik), a pies descalzos, intentando disimular el paso del tiempo en mis leggins mientras deseaba que el real pasase rápido...

No hay comentarios: