" Es sorprendente lo poco detallistas que es la gente aquí con los niños" Ha dicho hoy nuestra au-pair española, claro que con un acento bastante peor y unas palabras más simples. Realmente su frase se parecía más a esto "La gente son malas en Berlín con los ninios, no sonrían, ni hablan con lo ninios".
Sí, definitivamente eso se parece más a lo que ha dicho ella. Die arme. Pero bueno, como hable o deje de hablar el alemán no es de lo que quiero hablar hoy...
Después de esto que ha dicho se ha explicado "mejor". Aquí la gente no mira a los niños, no juguetea con ellos, y en muchos bares o restaurantes está prohibido entrar con ellos. Y tiene razón.
Y le he contado entonces lo atentos que fueron en España en una cafetería en la que Jonas derramó un chocolate caliente, se quemó y la gente nos atendió realmente simpática ¡hasta le pusieron uno nuevo! Ella sin embargo nos ha contado la primera impresión que tuvo sobre este tema. En el aeropuerto, cuando llegamos, un niño jugaba cerca de la salida de los pasajeros. La puerta automática se abrió y atrapó al niño entre una valla y la puerta. Nadie consoló al niño mientras lloraba, solo le habló el vigilante que le echó la bronca duramente por jugar ahí. Yo vi la escena, ahora me acuerdo, y ni siquiera le di importancia. "El niño tenía que haber tenido más cuidado" pensé.
Entonces, ha acabado diciendo otra gran verdad: los perros aquí tienen más derechos que los niños. Pueden entrar a las tiendas de ropa, a los bares, a los restaurantes, en el metro y si vas con un perro por la calle seguro que alguien se para para acariciarlo o pretende darle algo de comer, algo muy extraño si vas acompañado de un niño.
Ahora que mi tercer hijo viene en camino, me pregunto si no hubiese sido mejor tener 3 perros...
1 comentario:
Normal, si es que los niños son un invento del diablo! con lo majos que son los perretes!
Publicar un comentario