Es curiosa, la vida.
Hace dos años, incluso hace un año, me hubiese reído de aquel que me hubiera vaticinado que este año, el 2012, estaría viviendo y trabajando en Pamplona. Aquel que me conoce sabe que quizás Pamplona no estaba entre una de mis primeras opciones...Pero como dice un buen amigo "la vida es así, con V...". Dinámica, cambiante, sorprendente (a veces para bien, a veces para mal...), nunca está quieta.
Es curioso, yo siempre me creí como la vida.
Y de pronto estoy ahí, quieta, inmóvil, en una invernal Pamplona. Eso sí, por fin en el ya esperado Febrero, quien trajo otros aires, que aunque fríos, sin duda parecen más cálidos. Aunque suene discordante. Porque, la vida, también es así.
Y aquí, en Pamplona, me he dado cuenta también de otras cosas. Como que una ciudad no es tuya hasta que quieres que lo sea. Yo por fin, ya en febrero, he decidido querer a Pamplona. Como lo que es y lo que será, al menos durante un año: Mi nueva ciudad.
Y descubres entonces que Pamplona, pese a su tamaño, tiene cosas ocultas, que sorprenden y que también pueden ilusionar.
No es Berlín, ni Shangai, tampoco New York... lo que sí es... es mi nueva ciudad.
2 comentarios:
Cada ciudad o pueblo tiene lo suyo¡ y tu no tardaras en encontrarselo a Pamplona.
un beso.
kat
es el paseo sarasate ,,no ....ahi cuando hace bueno se esta muy bien y es paso de mucha gente,es muy entretenido sentarte un rato en uno de sus muchos bancos .un beso
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